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Quienes hemos tenido la gran fortuna de recorrer diferentes países, nos ha tocado ver puentes con las barandillas llenas, ventanas en las plazas o rejas saturadas de candados con el nombre de dos enamorados… de candados que se convierten en testigos de una relación.
Del simbolismo del amor a un atentado al entorno, los candados que se amontonan en el Pont des Arts en París, Francia, hicieron que parte de su baranda en el 2014 cayera (por suerte nadie paró en el hospital). Desde hace años, colocar un candado en este lugar y arrojar la llave al río Sena se convirtió en una tradición turística. Esta moda de los «candados del amor» existe también en otras ciudades europeas, tales como Venecia, Roma, Ámsterdam o Sevilla y en todas se han manifestado quejas de los vecinos ante las autoridades pues lo consideran tal cual, un «atentado» al patrimonio arquitectónico.
Este polémico tema se puede analizar por dos caminos. El primero sería por el uso innecesario de los candados y las llaves lanzadas a los ríos, formando parte de un tema ecológico que afecta al ambiente. En Venecia por ejemplo, crearon una campaña para colocar tarjetas en los puentes y bajo el eslogan «unlock your love» («desbloquea tu amor»), recuerdan a los visitantes que «poner candados en los puentes venecianos es un acto de vandalismo y el amor no necesita cadenas, Venecia no necesita tu basura», así de directos, como disparos para los románticos que quieren dejar huella de su amor en estos lugares.
El segundo punto, nos lleva al terreno de las emociones, donde parece difícil encontrar un símbolo de amor en un candado y con ese objeto expresar el enamoramiento… no es un corazón que late, no es algo vivo, no es una flor, es algo frío, duro y mecánico que no permite la libertad del cambio o del replanteamiento. Es en definitiva, una cadena. Y aunque sea una cadena voluntaria, no por ello es menos cadena. Su simbolismo es realmente desafortunado, considerando incluso que en la misma línea, se podría optar por un par de esposas o un cinturón de castidad, herramienta medieval para el control de la sexualidad femenina que también se destacaba por sus cerraduras y candados.
Con toda seguridad, tanto el candado como la cerradura provista de su llave, son la representación de posesión y control. No se trata del compromiso y el deseo entre sujetos libres, sino de asegurar el «poseerse», ser parte de una propiedad privada y este es uno de los factores psicológicos presente en el fondo de muchas relaciones de pareja, de muchas rupturas traumáticas y de mucha violencia. Cuando se atenta contra la propiedad, la agresión está justificada: “la maté porque era mía” o «si él no está conmigo, no puede estar con alguien más».
Algunas modas pueden instaurarse y replicarse de modo peligrosamente irreflexivo. Determinadas formas de romanticismo «comercial» basadas en apropiarse del otro como un objeto o en la glorificación del macho violento y agresivo no son solo un riesgo para la estructura de los puentes, son basura emocional que pone muy difícil despojarse de falsedades, sería más sano prevenir acciones que impliquen someter o romantizar los hechos que fomentan la propiedad o aseguramiento físico y emocional de las personas.
Por esto! y propósito del mes del amor, hagamos un despojo de lo comercial que resulta, valdría la pena alejarnos de los convencionalismos y expresar, así sin más, los sentimientos, un candado no puede asegurar el amor eterno, un acto de amor es justo tener la posibilidad de elección y un compromiso personal por crecer y construir una relación libre… donde decidamos por convicción estar juntos y compartirnos… que mejor símbolo del amor, que el amor mismo.
Benjamín Franklin fue un científico, político e inventor norteamericano, que nació el 17 de enero de 1706 en Boston. Decimoquinto hijo de un total de diecisiete, su formación consistió únicamente de estudios elementales y sólo los realizó hasta los diez años. Trabajó ayudando a su padre en la cerería de su propiedad, después como aprendiz en la imprenta de su hermano James. Cuando tenía 15 años, fundó el «New England Courant», considerado como el primer periódico realmente independiente de las colonias británicas y en 1724 se fue a Inglaterra para completar su formación como impresor.
En lo que respecta a su actividad científica, en su estancia en Francia en 1752, hizo el famoso experimento de la cometa que le permitió demostrar que las nubes están cargadas de electricidad y que, los rayos son como disparos y descargas de tipo eléctrico. Para hacer el experimento, que era muy arriesgado, utilizó una cometa dotada de un alambre metálico sujetada por un hilo de seda que, de acuerdo con su suposición, debía cargarse con la electricidad captada por el alambre. En la tormenta, acercó la mano a una llave que pendía del hilo de seda y observó que, lo mismo que en los experimentos con botellas de Leyden que había realizado antes, saltaban chispas, lo cual demostraba la presencia de electricidad.
Este descubrimiento le permitió inventar el pararrayos, cuya eficacia dio lugar a que ya en 1782, en la ciudad de Filadelfia, se hubiesen puesto 400 de estos ingenios. Sus trabajos acerca de la electricidad le llevaron a formular conceptos tales como el de las cargas negativas y las cargas positivas, a partir de la observación del comportamiento de las varillas de ámbar, o el de conductor
eléctrico, entre otros. Enunció el principio de conservación de la carga eléctrica. Inventó también el llamado horno de Franklin y las denominadas lentes bifocales. La gran curiosidad que sentía por los fenómenos naturales le indujo a estudiar, entre otros, el curso de las tormentas que se forman en el continente americano y fue el primero en estudiar la corriente cálida que discurre por el Atlántico norte y que en la actualidad se conoce con el nombre de corriente del Golfo.
Pero volviendo al tema eléctrico, es desde entonces que las barras metálicas sobre los edificios que atrapan los rayos y los desvían para que no impacten contra las infraestructuras o las personas, han evitado grandes atentados de la naturaleza y salvado miles de vidas.
Lo que probablemente no esperaba Franklin es que, más de casi tres siglos después, su invento seguiría siendo fundamental y que serviría como base para otros aparatos. La revista Nature Photonics ha publicado este lunes un avance significativo de 28 científicos internacionales que pretenden mejorar la innovación del siglo XVIII con tecnología de este siglo: un sistema que emplea un láser de alta potencia que puede revolucionar el antiguo sistema de protección contra los rayos.
Los investigadores han confirmado que usaron con éxito un láser dirigido al cielo desde la cima del Monte Santis, en el noreste de Suiza, para desviar los rayos. Con un mayor desarrollo, este pararrayos láser podría proteger la infraestructura crítica, incluidas las centrales eléctricas, los aeropuertos, los parques eólicos y las plataformas de lanzamiento. Los relámpagos ocasionan miles de millones de dólares en daños a edificios, sistemas de comunicación, líneas eléctricas y equipos eléctricos cada año, al mismo tiempo que matan a miles de personas. Con este nuevo sistema, todo esto se podría evitar.
De momento es pronto, pero con todos los ensayos y lanzamiento de este láser que están siendo un éxito, los científicos auguran que revolucionará el paradigma y hará más seguras las ciudades y las infraestructuras.
Así que con gusto podemos hoy celebrar a Benjamín Franklin, que además de ser considerado uno de los padres fundadores de nuestro país vecino, Estados Unidos, llegara a este mundo y sentara las bases para crear grandes inventos a favor de la humanidad.
Iniciaba el año 2022 y justo el tema que tocaba era la violencia y agresión a los periodistas, es difícil pensar que las cosas están lejos de mejorar.
«El callar las voces, cerrar los ojos y tapar los oídos generan un atentado a la sociedad misma y como seres sociales debemos reforzar el derecho a saber, a estar enterados para tomar decisiones y construir mejores entornos… »
ARTÍCULO: Libertad de expresión, balas y ejecución
Una labor peligrosa que quedó expuesta nuevamente hace unos días, con un flagrante atentado a balazos que pudo haberle costado la vida a uno de los periodistas más destacados del país. Dos pistoleros a bordo de una motocicleta intentaron ejecutar el jueves 15 por la noche al periodista de radio y televisión Ciro Gómez Leyva.
La solidaridad en México ha aumentado entre este gremio y la sociedad civil, en medio de los asesinatos, los periodistas están haciendo cada vez más ruido después de las muertes o intentos de homicidio. Contraatacando y criticando una añeja narrativa del gobierno sobre que las víctimas no eran «periodistas de verdad» o que por ser corruptos, tenían este lamentable fin.
Jan-Albert Hootsen, representante de México en la Comisión de Protección a Periodistas, informó que este año la única nación que registró más periodistas asesinados que México, fue Ucrania donde se combate la invasión rusa. ¡Tremendo dato!
Con toda seguridad resulta un tema muy polémico, que puede tener origen en el destape de temas que involucran la corrupción gubernamental, los reportajes revelan y amenazan a las redes de delincuentes que deben ser protegidas por las propias autoridades.
Otro factor es que la prensa mexicana se ha vuelto más independiente y enérgica, “los reporteros realmente están tocando una fibra sensible y eso es lo que está haciendo que los maten”.
En febrero pasado, después de que cinco periodistas habían sido asesinados, el presidente López Obrador aseguró que los periodistas “mienten como respiran”, es increíble que se tenga esta doble intención en su discurso.
Para el gobierno actual, todo gira a su alrededor, estamos viviendo tiempos donde la impunidad, la corrupción, el lavado de dinero, la violencia en todas sus expresiones, el tráfico de influencias y el callar voces es pan de todos los días, que triste y abrumador resulta despertar y ver en el periódico o en las noticias un atentado más en México, un atentar más contra México…
Reflexionar y exigir, hacer lo propio desde nuestro entorno, cerramos un año complejo en muchos sentidos, pero son los tiempos que nos toca vivir y es momento para mejorar, por el bien propio, de nuestro país y de toda la humanidad.
Despidamos un 2022 mortífero no solo para los periodistas, recibamos ahora un 2023 con nuevos bríos y ganas de hacer las cosas diferentes, tengamos claro el rumbo, vivamos en pro de una estabilidad, seamos más humanos y dejemos a un lado las cadenas de la violencia… ¡Ánimo!
La población mundial alcanzó el 15 de noviembre de 2022 las 8,000 millones de personas de acuerdo al informe «Perspectivas de la Población Mundial» de la ONU, que también prevé que India superará a China como el país más poblado del mundo en 2023. El bebé 8 mil millones nació en República Dominicana.
Las últimas proyecciones de las Naciones Unidas, publicadas con motivo del Día Mundial de la Población sugieren que el número de habitantes del planeta podría llegar a alrededor de 8,500 millones en 2030 y 9,700 millones en 2050. Se proyecta que con seguridad se alcanzará un pico de alrededor de 10,400 millones de personas durante la década de 2080 y que permanecerá en ese nivel hasta 2100.
La fecundidad ha disminuido notablemente en las últimas décadas en muchos países. En la actualidad, dos tercios de la población mundial vive en un país o área donde la fecundidad es inferior a 2,1 nacimientos por mujer, nivel aproximado para mantener el nivel de población en lugares con mortalidad baja. Se proyecta que la población de 61 países o áreas disminuirá en un 1% o más entre 2022 y 2050, debido a sus niveles persistentemente bajos de fecundidad y, en algunos casos, a sus altas tasas de emigración.
Es importante hacer mención de las palabras que las autoridades de la ONU:
“Este año se alcanza un hito. (…) Esta es una ocasión para celebrar la diversidad y reconocer nuestra humanidad común mientras nos maravillamos con los avances en materia de salud, que han reducido drásticamente las tasas de mortalidad materna e infantil”, aseveró el secretario general de la ONU, António Guterres.
No obstante, expresó que se trata de un recordatorio de “la responsabilidad compartida de cuidar el planeta” y de la necesidad de reflexionar sobre “los compromisos que no se han cumplido”. En este sentido, recordó la importancia de hacer frente a crisis como la del coronavirus, la climática o los conflictos armados: “el mundo está en peligro”.
“Todavía vivimos en un mundo con desigualdad de género, donde se vulneran los derechos de las mujeres y se les niegan servicios básicos. Las complicaciones durante los embarazos y partos siguen siendo la principal causa de muerte de mujeres de edades comprendidas entre los 15 y los 19 años”, lamentó.
Por ello, defendió que si bien la cifra es un “hito numérico” es importante “centrarse en la gente” y recalcó que las políticas centradas en reducir la natalidad “no tendrán un gran impacto en el crecimiento poblacional a nivel mundial”.
Además, instó a “reducir el enorme abismo entre los que tienen mucho y quienes no tienen nada” dado que “nos dirigimos a un mundo lleno de tensiones y desconfianza, de crisis y conflictos”. “Los hechos hablan por sí mismos. Una serie de multimillonarios controla tanta riqueza como la mitad más pobre del mundo. El uno por ciento más pudiente del mundo se embolsa una quinta parte de la renta mundial y los habitantes de los países más ricos tienen una esperanza de vida de hasta 30 años mayor que los pobres”, alertó.
En este sentido, hizo hincapié en el hecho de que “a medida que el mundo se ha ido enriqueciendo y ha ido prosperando durante las últimas décadas, las diferencias también han aumentado” y señaló que se trata de “tendencias a largo plazo” que incluyen la “aceleración de la crisis climática y la disparidad en la recuperación frente a la pandemia”.
Podríamos pensar en una contradicción de gran calibre, por un lado el avance en tecnología, la búsqueda de la riqueza, el descubrimiento de mejoras en la salud y por el otro la migración, violencia, pobreza, inseguridad, la agonía y atentado de los recursos naturales, el desgaste del planeta y el desorden de la humanidad, somos muchos, pero hay poca conciencia de lo que tenemos que valorar, si no hay respeto por las generaciones que pasaron, por las que actualmente cohabitamos y por las que seguramente, de un modo u otro vendrán, las condiciones de la vida en la Tierra serán más complejas.
Pensemos en la huella que queremos dejar, pensemos, pero sobre todo, actuemos en congruencia de cómo ser mejores vecinos del habitante 8 mil millones y de todos los que llegarán.
El día a día nos lleva a un remolino de emociones, con seguridad cada uno hemos tenido las ganas de salir corriendo… ¡escápate, desaparece y huye hasta que las cosas se calmen! pero la realidad nos alcanza, nos atrapa aún estando en la plaza, en el hospital, comiendo en un restaurante o caminando por la calle.
Es curioso cuando la persona correcta llega en el momento adecuado, como cuando disparo la cámara y capturo la imagen que me llena y transmite eso que el atardecer nos da en un reflejo y que solo pasa en un instante. Recientemente tuve días complicados, pero justo también, recibí una excelente noticia, sentimientos encontrados que hicieron mover las piezas del destino, un falso plan que siempre trazamos con la esperanza de que se dé al pie de la letra y al final como atentado, sin aviso se presenta y hay que replantearnos, pero así es la vida, por esto! diario hay que construir planes y soñar, hacer un lavado de cara con agua fría para despejarnos y despertar las ideas, sacudirnos y reconstruir el presente, aprendiendo del ayer, sin dejar de esperar las sorpresas que vendrán mañana.
Hoy abro el periódico -el de papel que nunca pienso dejar- y leo tantas noticias trágicas, noticias amarillistas que de nuevo hacen pensar que es mejor buscar alternativas no en otro país, si no en un planeta diferente! pero luego llega un mensaje de la persona correcta y sin más, cambia el semblante, cambia la perspectiva y se despeja esa duda… se los comparto tal cual, esperando que la reflexión surta el mismo efecto:
Decía Facundo Cabral:
«La vida no te quita cosas: te libera de cosas… te alivia para que vueles más alto, para que alcances la plenitud.
De la cuna a la tumba es una escuela; por eso, lo que llamas problemas, son lecciones.
No perdiste a nadie: El que murió, simplemente se nos adelantó, porque para allá vamos todos.
Además, lo mejor de él, el amor, sigue en tu corazón.
No hay muerte… hay mudanza.
Y del otro lado te espera gente maravillosa: Gandhi, Miguel Ángel, Whitman, San Agustín, la Madre Teresa, tu abuelo y mi madre, que creía que la pobreza está más cerca del amor, porque el dinero nos distrae con demasiadas cosas y nos aleja, porque nos hace desconfiados.
Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo.
Tenemos para gozar la nieve del invierno y las flores de la primavera, el chocolate de la Perusa, la baguette francesa, los tacos mexicanos, el vino chileno, los mares y los ríos, el fútbol de los brasileños, Las Mil y Una Noches, la Divina Comedia, el Quijote, el Pedro Páramo, los boleros de Manzanero y las poesías de Whitman; la música de Mahler, Mozart, Chopin, Beethoven; las pinturas de Caravaggio, Rembrandt, Velázquez, Picasso y Tamayo, entre tantas maravillas.
Y si tienes cáncer o sida, pueden pasar dos cosas y las dos son buenas: si te gana, te libera del cuerpo que es tan molesto (tengo hambre, tengo frío, tengo sueño, tengo ganas, tengo razón, tengo dudas)… y si le ganas, serás más humilde, más agradecido… por lo tanto, fácilmente feliz, libre del tremendo peso de la culpa, la responsabilidad y la vanidad, dispuesto a vivir cada instante profundamente, como debe ser.
No estás deprimido, estás desocupado.
Ayuda al niño que te necesita, ese niño que será socio de tu hijo.
Ayuda a los viejos y los jóvenes, te ayudarán cuando lo seas. Además, el servicio es una felicidad segura, como gozar de la naturaleza y cuidarla para el que vendrá.
Da sin medida y te darán sin medida.
Ama hasta convertirte en lo amado; más aún, hasta convertirte en el mismísimo Amor.
Y que no te confundan unos pocos homicidas y suicidas.
El bien es mayoría, pero no se nota porque es silencioso.
Una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que destruye, hay millones de caricias que alimentan a la vida.
Vale la pena ¿verdad?.
Cuando la vida te presente mil razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y una razones por las cuales sonreír.«